1983: El año que colapsó la industria del videojuego y el secreto de Atari
En la historia de la industria de los videojuegos, pocos eventos han sido tan impactantes como la crisis del videojuego de 1983. Este colapso no solo marcó el fin de una era dorada para los videojuegos en Estados Unidos, sino que también dejó una cicatriz imborrable en la memoria de aquellos que vivieron esos tiempos.
A principios de los años 80, la industria de los videojuegos estaba en pleno auge. Con éxitos comerciales como Space Invaders, Pac-Man y Donkey Kong, los videojuegos se convirtieron en un fenómeno cultural. Sin embargo, el crecimiento rápido y descontrolado de la industria, junto a una saturación del mercado con productos de baja calidad, preparó el terreno para una catástrofe.
El punto de inflexión fue en 1983, cuando la combinación de varios factores llevó al colapso de esta industria en Estados Unidos. La sobreproducción de consolas y videojuegos, la competencia desleal, y la falta de control de calidad, provocaron que muchos productos se quedaran en las estanterías sin vender. Uno de los ejemplos más emblemáticos de este exceso fue el lanzamiento del juego E.T. el Extraterrestre de Atari, un título que pasó a la historia no por su éxito, sino por su infamia.
E.T. el Extraterrestre, basado en la exitosa película de Steven Spielberg, fue desarrollado en tiempo récord con la esperanza de aprovechar el tirón navideño. A pesar de ello, el juego resultó ser un desastre técnico y comercial, contribuyendo significativamente a la crisis. Atari, incapaz de vender las millones de copias que había producido, tomó una decisión radical y sin precedentes: enterrar los cartuchos sobrantes en un vertedero en el desierto de Nuevo México.
Durante décadas, la historia del entierro de estos juegos fue considerada una leyenda urbana, hasta que en 2014 una excavación en Alamogordo, Nuevo México, confirmó la veracidad de los hechos. Los arqueólogos urbanos descubrieron miles de cartuchos de Atari, entre ellos E.T. el Extraterrestre, confirmando uno de los capítulos más oscuros y fascinantes de la historia de los videojuegos.
No obstante, no todas las historias de la crisis del videojuego de 1983 están enterradas en el desierto. En OXO Museo del Videojuego, se puede encontrar una copia original de Vanguard, otro de los títulos de Atari que sufrió el mismo destino. Este ejemplar no sólo es una pieza de colección, sino que también está acompañado de su diploma de certificación de originalidad, subrayando su autenticidad y valor histórico.
Esta copia supone el testimonio de una era pasada; un recordatorio de los altibajos que han marcado el camino de esta industria en constante evolución.
La crisis del videojuego de 1983 no sólo enseñó valiosas lecciones sobre la importancia de la calidad y la innovación, sino que también preparó el terreno para el renacimiento de la industria con la llegada de nuevas consolas y juegos más sofisticados.